Conclusión.
La
situación económica de México ha sido una de las más vulnerables con el paso de
años y décadas. Las crisis económicas han marcado el rumbo de nuestro país
hasta los tiempos modernos.
Los
tratados comerciales con países extranjeros han ayudado, pero, no ha sido la
solución oportuna para consolidar la economía. Si a esto aunamos el despilfarro
de recursos, la corrupción, los monopolios con sus abusos e imponiendo
condiciones para los consumidores impidiendo solvencia económica para los
ciudadanos, así como, la devaluación de la moneda nacional ante el dólar, han
impedido el crecimiento económico requerido para satisfacer las necesidades
prioritarias de cada uno de nosotros.
Actualmente
las inversiones en nuestro país, han inyectado estabilidad monetaria, permitir
competencia comercial equitativa es sano para el bolsillo de los mexicanos. Las
zonas marginadas empiezan a tener atención e inclusión a los programas
sociales, algo que en muchos años no sucedía. No podemos olvidar que el sector
económico bajo, es el motor productivo de la economía mexicana.
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