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sábado, 25 de febrero de 2017

Análisis del caso: Las afirmaciones de Darwin en la evolución del caballo




 





 INTRODUCCIÓN:

Este pequeño perro es el antepasado del caballo más antiguo que se ha encontrado y vivió hace unos 55 millones de años. Tenía una cara corta primitiva, con las cuencas de los ojos en el medio y un corto espacio entre los dientes frontales y los dientes de la mejilla. La evidencia más temprana de este “caballito” se encuentra en el Eoceno medio de Wyoming, a unos 2 millones de años después de la primera aparición de Hyracotherium. Los fósiles de Orohippus se han encontrado en los sedimentos del Eoceno de Wyoming y Oregon, que datan de alrededor de 52 millones de años.
El Mesohippus fue considerado como el caballo intermedio. Los fósiles de Mesohippus fueron encontrados en muchas localidades del Oligoceno en Colorado, en las grandes llanuras de los EE.UU. (como Nebraska y las Dakotas) y en Canadá. Este género vivió hace 37millones de años aproximadamente.
Los Merychippus representan un hito en la evolución de los caballos. A pesar de que conservaban el carácter primitivo de 3 dedos del pie, parecían un caballo moderno. Los Merychippus tenían una cara larga, sus largas piernas les permitieron escapar de los depredadores y migrar grandes distancias para alimentarse.
El abuelo del caballo moderno, Pliohippus, parece ser la fuente de la última radiación en la familia de los caballos. Se cree que esta especie dio lugar a los Hippidion y los Onohippidion, géneros que prosperaron durante un tiempo en América del Sur, y a los Dinohippus que dieron origen al Equus.
El Equus es el único género que sobrevivió en la familia de los caballos. Domesticado hace unos 3000 años atrás, el caballo tuvo un profundo impacto en la historia humana en áreas como la migración, la agricultura, la guerra, el deporte, la comunicación y los viajes. Las especies de Equus han vivido desde hace 5 millones de años hasta el presente. Las especies que viven incluyen caballos, asnos y cebras.

Desarrollo: 

La evolución del caballo puede seguirse a través del registro fósil. Los primeros équidos que existieron poseían cuatro dedos en sus miembros anteriores y tan sólo tres en los posteriores. Como resultado de la evolución, para una adaptación progresiva a la carrera, el número de dedos fue reduciéndose a tres, posteriormente a dos, hasta la aparición del casco único, característica del caballo actual.

Los primeros caballos tenían el tamaño de un cordero, y dientes adaptados para comer hojas tiernas. Los verdaderos caballos del género Equus aparecieron en América del Norte. Sus dientes de corona baja ya estaban adaptados para comer hojas y sus premolares eran de mayor tamaño.

La historia de los caballos está íntimamente ligada a los cambios climáticos. Después de una evolución larga en el Eoceno, cuando el súper continente se separó, los caballos emigraron hacia Eurasia en el curso de Oligoceno. Ya de tamaño grande, comenzaron a parecerse a los caballos o equino actuales.

Hace cerca de 30 millones de años, la regresión de los bosques forzó una nueva evolución de los caballos. Tienen que adaptarse a un suelo más duro y a un medio más abierto, frecuentado por numerosos depredadores. Miembros más largos favorecen la huida. Al mismo tiempo, la talla y la potencia de los caballos aumentan también. Además, su dentadura se adapta a su nueva dieta: hierbas duras.

Tendencias evolutivas

El registro fósil nos permite contemplar los cambios evolutivos a través de la mayor escala temporal. Podemos ver a las especies aparecer y extinguirse repetidamente a lo largo del registro fósil. Una especie animal puede, por término medio, sobrevivir entre uno a diez millones de años, aunque con muchas variaciones. Al estudiar la sustitución de unas especies por otras especies u otros taxones a lo largo del tiempo, se observan tendencias. Las tendencias son cambios orientados en los rasgos característicos o en los modelos de diversidad en un grupo de organismos. Las tendencias fósiles demuestran claramente el principio de Darwin del cambio perpetuo. 

Características de caballo

Existen tres caracteres que mejor demuestran la tendencia en la evolución del caballo, estas son el tamaño corporal, la estructura de las patas y la estructura de los dientes.
El caballo moderno pertenece al orden de los perisodáctilos, los ungulados dotados de pezuñas impares (de una a tres). Siete adaptaciones de importancia saltan a la vista en los caballos modernos:
1. -El alargamiento del cráneo anterior a los ojos lo que es consecuencia de sus hábitos alimenticios. Una cabeza larga le permite llegar al suelo sin necesidad de alargar mucho el cuello.
2. - La diastema o espacio que existe entre los incisivos y la batería de premolares y molares. Este espacio es el que el hombre usa para poner el bocado con que maneja al animal.
3. - Los dientes muy largos del tipo hipsidonte, que continúan creciendo durante la vida del animal y que en adaptación a la comida abrasiva están provistas de líneas de esmalte sobre una matriz de dentina.
4. - La disposición de todos los dígitos, excepto el tercero y los rudimentos de los metacarpianos y metatarsianos del segundo y tercer dígito que quedan como estiletes en la parte de arriba.
6. - La modificación del metatarsiano y metacarpiano del tercer dígito que se convierten en un hueso grueso y poderoso, la caña.
7. - El fuerte ligamento que se origina en la parte posterior de la caña y se extiende hasta los huesos sesamoideos formando una especie de polea en la región del menudillo. Otros ligamentos conectan los huesos sesamoideos con las falanges de la pezuña, formando todos ellos un mecanismo elástico que hace que la pezuña entre en tensión (de flexión) cuando está en el suelo y tienda a impulsar al animal hacia el frente.
Las radiaciones adaptativas que dieron origen al caballo moderno que acabamos de describir incluyeron, pues, los siguientes cambios; a)el alargamiento del cráneo desde corto y de tamaño convencional hasta el alargado del presente; b)la aparición de la diastema, c)el alargamiento de los dientes y el desarrollo del patrón de esmalte y dentina que existen el caballo moderno; d)el aumento de tamaño y una mayor complejidad del cerebro; e) la modificación de una pata con tres dedos en animales digitígrados, a una de un solo dedo y unguligrado; f) la evolución de la caña y el menudillo.
Si nos fijamos en el Eoceno, veremos muchos géneros y especies de caballos diferentes, que se sucedieron en el tiempo comparados con los caballos actuales los primeros eran pequeños, sus dientes tenían una superficie de abrasión relativamente reducida y sus patas tenían un número alto de dedos (cuatro). A lo largo de los periodos siguientes Oligoceno, Mioceno, Plioceno, y Pleistoceno, se observa como aparecen nuevos géneros y se van extinguiendo los antiguos. En todos los casos se produce un claro incremento del tamaño corporal un aumento de la superficie de abrasión de los dientes y la reducción del número de dedos, conforme estos últimos se reducían el dedo central se hacía más grande, prevaleciendo hasta hoy.


Conclusión:
En la actualidad nuestro planeta muestra una biodiversidad fruto de cuatro mil millones de años de evolución. Todo indica que la vida se inicia aproximadamente unos 100 millones más tarde que la creación de la Tierra y al parecer no es hasta los últimos 540 millones de años cuando esta inicia el despliegue de las numerosas formas de vida que dotaran de diversidad al planeta.
No es fácil determinar durante que periodos la biodiversidad ha sido más elevada, existen teorías diversas al respecto, ya que aunque en los últimos 400 millones de años esta parece crecer, también se suceden periodos con extinciones masivas y aunque los registros fósiles plantean que los periodos de mayor biodiversidad se inician hace unos pocos millones de años, tampoco se puede determinar con exactitud si esta diversidad está generada por una mayor disponibilidad y conservación de los estratos geológicos o por un incremento real de la biodiversidad.
Sin embargo, la mayoría de los autores están de acuerdo en que la presencia del hombre ha supuesto el inicio de una nueva extinción masiva, sobre todo al incrementarse su capacidad de intervención en el medio y en los diferentes ecosistemas, aunque existen hipótesis diversas en cuanto a la tasa actual de extinción y su impacto futuro sobre la biodiversidad planetaria.
En el avance histórico del hombre por comprender la composición del Planeta, la figura de Charles Darwin da lugar a una nueva forma de pensamiento, en la que evolución y biodiversidad constituyen conceptos que se entremezclan. Tras las teorías de Darwin, las especies dejan de ser elementos fijos e inmutables, pasando a ser el elemento clave en la evolución, serán las variantes genéticas de las especies las piezas básicas en la construcción de la biodiversidad, amplificadas en el tiempo y en el espacio.



 
Referencias:
http://diversidadagroambiental.aragon.es/index.php/mod.conts/mem.detalle/idcont.262/menu.1/relcategoria.5031/relmenu.23/chk.8683629845c1a7620e01e29f15d5b65c

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